Friday, April 11, 2014

El Imparable Dinamismo de la Vida.

Curioso.
Curioso como ciertas cosas "cambian". La forma de vivir, las creencias, los gustos... todo es un proceso dinámico sujeto a modificaciones constantes.

Soy amante a la leche, leche de vaca. Mientras mas fresca, mas me pierdo en su sabor, su textura.  Hasta acostumbrarme a tomar esa leche procesada de cartón fue un proceso un tanto "tedioso" para mi. No difícil, pues tomarme litros de esa leche al día era puro juego para mi. Pero si un tanto mortificante, pues siempre al tomarme un vaso o "embicarme" del carton extrañaba y añoraba ese dulce sabor de la leche fresca de vaca.   Sin embargo, dado a ciertos problemas estomacales fui creando cierta intolerancia a la misma, y lo que era un placer pronto se convirtió en... bueno algo así como una tortura a la que me sometía conscientemente solo por darme ese sabroso GUSTO.

No paso mucho tiempo, bueno, en realidad si... AÑOS, antes de que la "molestia" venciera a mi "pasión". Poco a poco fui eliminando la leche de vaca y sus derivados de mi dieta. No por gusto, creanme cuando digo que fue incluso hasta traumatizante. Recuerdo llorar e incluso sentirme deprimida al no poder disfrutar uno de mis placeres culinarios. Y eso no sucedió cuando era una pequeña niña, esto hablado de hace unos añitos atrás.  Un buen queso, mi vaso leche fría con chocolate, una batida, una avena, un chocolate de gofio (maíz), yogurt, etc.  En fin, fue un proceso difícil ya que muchas de mis comidas preferidas iban acompañadas con algún derivado de este delicioso néctar.

A medida que mi condición estomacal empeoró tanto mi doctor como mi madre me aconsejaban sustituir la tradicional leche de vaca por otras leches incluso mas nutritivas y menos abrasivas que esta. Leche de soya, de almendra, etc. Yo me negaba rotundamente pues, ESO NO ES LECHE.

Fue durante mi estadía en Sosúa en el 2011, cuando probé leche de almendra. No porque me la ofrecieran, sino porque no había otra cosa y yo quería LECHE. Que estúpida me sentí al darme cuenta que este nuevo sabor fue completamente hipnotizante para mi y mis sentidos. Poco a poco fui probando otras alternativas a productos lácteos y productos de origen animal, específicamente carnes. No me mal interpreten, aun disfruto un buen JARRO de leche de vaca fresca o un buen trozo de carne. Sin embargo mis gustos ya no están enfrascados; ahora, a diferencia del pasado, como molondrón, tayota, berenjena, pimientos, entre otras cosas que aunque las consumía en el pasado era mas cosa de, "bueno, ya está ahí y hay que comérselo".

No obstante en mi presente he aprendido a permitirme degustar nuevos sabores, texturas y olores que antes hubiesen parecido imposible disfrutar. Antes de decir NO, ahora pruebo, degusto. Si no me gusta de una forma, pues procuro probarla preparada de otra forma. Y vaya mi sorpresa, creo que lo único, de todo lo que he comido, eso incluye lombrices de tierra, que en realidad no logro adorar es el arenque. Y si es mi abuela que lo cocina con papas, hasta me puedo comer una buena porción.

Es curioso, muy curioso como el probar las cosas antes de rechazarlas de ante mano funciona para todo lo que conozco de la vida hasta ahora. A penas consumo carnes o derivados, pero no me considero vegetariana pues aunque he disminuido su consumo, disfruto de vez en cuando alguno de estos productos.

Me he dado cuenta que el absolutismo inducido es una falacia al placer personal.  Cuando algo se da debe de ser natural, no por inducción de un factor externo. Pero por un llamado interno.

Sin ánimos de ofender, me parece gracioso cuando muchos extremistas de la nutrición condenan el consumo de productos provenientes de animales. O sea que los seres que comen otros seres están mal? Incluso se han visto especies cambiar drásticamente su dieta por falta de su alimento predilecto.

En fin. La vida es un proceso dinámico, en la cual día a día, minuto a minuto se presenta algún factor que puede ser sometido a alguna modificación. Mientras mas me permito dejarme llevar por las mismas en vez de negarme a ellas crezco de maneras que pocos años atrás no hubiese podido entender.

Permítase crecer, cambiar, haga metamorfosis. Hay demasiadas cosas en la vida para solo limitarnos a unas cuantas por creer de antemano que esa otra no nos llenará de igual manera o nos dañara. Rompa sus limites cada vez que pueda pero con consciencia y todo saldrá bien.

Ahora a terminar mi rica taza de leche de soya.

No comments:

Post a Comment